La geología gallega hace inviable un depósito para enterrar el CO2 El subsuelo de España tiene capacidad para acoger las emisiones que se producirían en los próximos 150 años
El Gobierno busca emplazamientos para almacenar el dióxido de carbono de las plantas de combustión
Fuente: La Voz
España enterrará bajó el subsuelo las emisiones de dióxido de carbono, con lo que se evitará la liberación a la atmósfera del CO2 derivado de la combustión de las centrales térmicas en el proceso de generación de electricidad. A la planta experimental de captura y almacenamiento de carbono que empezará a funcionar este año en Compostilla (León) para probar la eficacia de la nueva tecnología se une ahora la decisión anunciada ayer en el Congreso por el secretario de Estado de Investigaciones, Carlos Martínez Alonso, de realizar un mapa con los posibles almacenamientos geológicos que permitan depositar este gas, cuya excesiva concentración atmosférica es el principal culpable del calentamiento global.
De la evaluación de los potenciales emplazamientos se encargará el Instituto Geológico Minero de España, que en el plazo de un año espera tener entre 40 y 60 ubicaciones repartidas por todo el territorio nacional para luego, en una segunda fase, concretar cuáles son las más adecuadas. Según los cálculos previos, el subsuelo español tiene capacidad para albergar, a una profundidad de entre 800 y 1.200 metros, 23.000 millones de toneladas de dióxido de carbono, el equivalente a las emisiones industriales de los próximos 150 años, ya que cada año se liberan en torno a 150 millones de toneladas.
Galicia, sin embargo, podría quedar fuera de los potenciales depósitos subterráneos de dióxido de carbono, pese a que en la comunidad opera en As Pontes la mayor central térmica de España, que el pasado año emitió casi siete millones de toneladas del gas, y las de Meirama y Sabón. Estas instalaciones de generación eléctrica podrían ser, a priori, las grandes beneficiadas del proyecto del Gobierno, pero la estructura geológica de Galicia hace prácticamente inviable la localización de un almacén de las características que se precisan.
«Galicia tiene materiales paleozoicos muy compactados y consolidados, con escasos valores de permeabilidad, por lo que en principio no parece que reúna las condiciones», según confirmó José Pedro Calvo, el director del Instituto Geológico y Minero de España y coordinador del proyecto. Pese a ello avanzó que «la evaluación se va a hacer en toda España, y también en Galicia, pero no es el objetivo prioritario, ni mucho menos».
Cuatro grandes zonas Las estructuras geológicas más idóneas son las formaciones rocosas en profundidad que presenten sedimentos arenosos porosos y permeables, pero tapados con sedimentos impermeables. Estas características se asocian con los yacimientos de petróleo, gas o carbón ya agotados. Como en España apenas existen estos emplazamientos, la investigación se centrará en acuíferos salinos profundos, que también reúnen los requisitos de estanqueidad exigidos para almacenar el gas sin riesgo de fugas. Los estudios previos indican que existen cuatro grandes regiones potenciales de almacenamiento geológico: Cantábrica-Duero, Pirineos-Ebro, Ibérica-Tajo y Bética-Guadalquivir.
En Galicia cabría la posibilidad de utilizar los yacimientos ya agotados de As Pontes o Meirama, pero se ha descartado. «No son suficientemente profundos ni tienen capacidad para albergar grandes cantidades de gas», señala Pedro Calvo. El Gobierno invertirá más de tres millones de euros en la búsqueda de emplazamientos, en los que la seguridad será la premisa. «Si se realizan adecuadamente las tareas de caracterización y control del lugar del almacén, los riesgos son mínimos», explica Martínez Alonso.
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