Viviendas que imitan a las plantas
Un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), en Estados Unidos, ha desarrollado un sistema, basado en la fotosíntesis de las plantas, que permite abastecer de energía a una vivienda a través de la descomposición del agua en hidrógeno y oxígeno. El responsable del equipo, el profesor de química Daniel Nocera, afirma que mediante su sistema bastan cinco litros de agua para dotar de energía un hogar durante todo el día sin emitir ni un soplo de CO2.
El proceso pretende paliar la inconstancia de la energía solar y las dificultades para almacenarla, y se basa en la transformación de parte de esa energía en un combustible que pueda almacenarse y usarse a voluntad. Nocera está convencido de que el hidrógeno es el candidato perfecto.
Su idea consiste en usar parte de la electricidad que generan los paneles solares durante el día para descomponer agua, en un proceso que emula a la fotosíntesis. Para recrear este proceso, Nocera usa dos recipientes con agua a los que añade fosfato y cobalto. Después, introduce dos electrodos y deja pasar una corriente eléctrica que reordena los átomos de agua. El sistema genera burbujas de oxígeno en un electrodo y de hidrógeno en el otro. Ambos gases se podrían almacenar en tanques separados y usarse en una pila de combustible para producir electricidad cuando no luzca el sol. "Si me das cinco litros de agua y los convierto en hidrógeno y oxígeno, generaré suficiente energía para abastecer ese hogar y recargar la batería eléctrica de un coche para todo el día", mantiene.
Aunque hacer esto no supone ningún misterio con la tecnología actual, el proceso requiere mucha energía y materiales caros como el platino. El sistema de Nocera emplea dos tercios de energía menos que el método habitual, no emite gas contaminante y no necesita platino. "Este sistema cuesta sólo unos céntimos", señala el investigador, que publicó los detalles de su invento en un número especial de Science sobre el hidrógeno como combustible.
Pero el sistema de Nocera ha sido también objeto de críticas ya que, como advierte su colega de la Universidad de Carolina del Norte Thomas Meyer, el químico del MIT ha demostrado el sistema con energía eléctrica convencional, no con la solar. Además, aún carece de un método rentable para almacenar y utilizar el hidrógeno como combustible. "El concepto es muy sugerente, pero no está ni mucho menos a la vuelta de la esquina", advierte. Nocera, sin embargo, espera comercializadr el sistema en unos ocho años.
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