Fenosa pierde la mitad de los clientes gallegos que pasan al mercado libre Compañías nacionales y extranjeras pujan por captar los 70.000 consumidores que dejarán la tarifa regulada
Fuente: la voz
Más de una década después de iniciado el proceso de liberalización del sector eléctrico, la mayoría de los clientes gallegos aún se mantienen en el mercado regulado, el de tarifa. Sin embargo, el próximo 1 de julio este segmento desaparecerá, por lo que las empresas han intensificado la labor comercial para lograr nuevos clientes para el mercado libre. En estos momentos, alrededor de 51.000 gallegos han pactado ya su suministro con distintas compañías, en algunos casos con rebajas en el precio de la factura y, en otros, con la concesión de distintos servicios y se prevé que la cifra continúe creciendo conforme vayan dando frutos las acciones comerciales de las distintas empresas.
De hecho, la liberalización del mercado ha traído a Galicia a numerosas firmas que hasta hace pocos años no tenían presencia en la comunidad. Unión Fenosa, que cuenta con el monopolio de la distribución en la autonomía, mantiene 1.300.000 clientes en el sector regulado. Sin embargo, de su cesta de contratos ha cedido para el mercado libre unos 25.000, que se han repartido entre las distintas comercializadoras.
Mantiene el liderazgo Con 24.100 clientes, la eléctrica que acaba de pasar a manos de Gas Natural mantiene no obstante el liderazgo en este segmento, en el que le sigue de cerca Endesa, con más de 18.000. Begasa, participada por Unión Fenosa y con 165.000 puntos de distribución, ha pactado la salida al mercado libre de 5.000, mientras que la vasca Iberdrola tiene 3.000. Una veintena de pequeñas firmas también comercializan electricidad en Galicia, aunque su presencia aún es muy reducida. Así, Hidrocantábrico dispone de un censo de 300 contratos, mientras que Nexus -compañía que cuenta con tres socios gallegos- apenas si tiene actualmente representación, aunque aspira a lograr unos 20.000 clientes a corto plazo en Galicia.
Las previsiones del sector apuntan a que en los dos meses que restan hasta la supresión de la tarifa regulada se incorporarán al mercado libre alrededor de 70.000 clientes en Galicia, la mayor parte grandes consumidores. Captar un trozo de esta tarta está actuando como polo de atracción para comercializadoras extranjeras, entre las que se encuentran francesas, portuguesas, inglesas y suizas.
No obstante, a excepción de las divisiones comerciales de las grandes eléctricas, las pequeñas firmas apenas si disponen de cartera de clientes en el ámbito doméstico, debido, como explicó ayer una fuente del sector, a que en este mercado «apenas si hay margen para el beneficio». Por ello, los nuevos contratos se efectúan en el ámbito de las grandes industrias que son las primeras que se han incorporado a la liberalización.
¿Qué sucederá con los consumidores que no salgan al mercado libre? Para aquellos con una potencia de baja tensión instalada menor de 10 kilovatios, el Estado crea denominada tarifa de último recurso (TUR), con precios fijados. El Gobierno prevé que la nueva tarifa protegerá a 24,9 millones de clientes en toda España, esto es, al 95% de los consumidores, que representan el 68% de la demanda.
Las compañías eléctricas tendrán que informar, en los próximos recibos de la luz que emitan a sus clientes, de los cambios que se van a producir y también del listado de comercializadoras a las que pueden llamar los usuarios si quieren cambiar de operador para intentar conseguir una oferta que mejore sus facturas. Solamente Fenosa, Endesa, Iberdrola, Hidrocantábrico y E.On han sido autorizadas para realizar el suministro a último recurso.
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