Crece la apuesta nuclear en Europa
Fuente: Expansión
"La firme apuesta que Silvio Berlusconi hizo en favor de la energía nuclear nada más comenzar su mandato empieza a cristalizar en resultados concretos.
El acuerdo suscrito con Nicolas Sarkozy para desarrollar una amplia colaboración entre Francia e Italia, a través de sus respectivos grupos energéticos públicos, EDF y Enel, y emprender la construcción de al menos cuatro centrales nucleares en territorio italiano adquiere una particular significación.
En primer término, lógicamente para la propia Italia, donde la opción nuclear había estado proscrita desde que a raíz del referéndum de 1986 se decidió cerrar todas las plantas existentes en el país, que hasta entonces había sido uno de los principales productores de este tipo de energía.
Berlusconi se ha sacudido de esta manera los prejuicios enquistados en su país, con el objetivo de abaratar la onerosa factura eléctrica de las empresas italianas y mejorar así su competitividad.
La iniciativa franco–italiana reviste también una especial trascendencia porque se trata del penúltimo episodio del camino que han decidido emprender otros países europeos como Reino Unido, República Checa, Eslovaquia, Lituania o Finlandia, que han decidido seguir la estela de Francia y construir centrales nucleares para mejorar sus estructuras energéticas y reducir la dependencia exterior.
La iniciativa se enmarca en el creciente debate sobre la conveniencia nuclear en el contexto de crisis económica y de inestabilidad creciente de los principales suministradores de hidrocarburos a Europa –Rusia y Argelia–, con tendencia a utilizar el suministro energético como arma geopolítica.
El Gobierno español sigue haciendo oídos sordos a esta tendencia, pese a que las empresas españolas, respaldadas por los propios sindicatos, llevan tiempo reclamando la solución nuclear para superar las contradicciones de la política energética española, basada en un modelo muy caro.
Parecido problema al que ahora pretende sobreponerse Italia. En lugar de malgastar el dinero en propagandísticas obras superfluas en los municipios, la eventual decisión de construir nuevas centrales nucleares en España –hoy por hoy impensable con el Gobierno de Zapatero–, además de rebajar la tremenda dependencia energética del exterior –el 85%–, supondría una voluminosa inversión que a largo plazo generaría valor añadido para la economía, con la consiguiente generación de numerosos puestos de trabajo.
Lástima que en la política energética, al Gobierno se le hayan juntado sus trasnochados prejuicios con su incorregible parálisis reformista."
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