La 'Revolución energética' de Greenpeace
La organización ecologista diseña un plan para ahorrar 14 billones de euros en combustibles, reducir a la mitad las emisiones de CO2 y proporcionar con renovables la mitad de la electricidad mundial en 2050.
Fuente: El Heraldo
Greenpeace internacional y el Consejo Europeo de Energía Renovable (EREC) han pergeñado una 'Revolución Energética' con la que demuestran que hay medios para cambiar el actual modelo energético basado en los combustibles fósiles y el átomo, para hacer una apuesta renovable capaz de rebajar de forma drástica las emisiones de CO2 y contribuir así a la lucha contra el cambio climático. Sólo falta, dice la organización ecologista, la "voluntad política".
Diseñado por más de cuarenta especialistas, el plan apela a los gobiernos de todo el mundo con vistas a la cita en Poznan (Polonia) de la Conferencia anual de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, a partir del 1 de diciembre. Aunque la reunión clave para definir el futuro 'post Kioto' a partir de 2012, una vez que expire la vigencia del Protocolo, se decidirá dentro de un año en Copenhague, la cumbre de Poznan medirá la temperatura de la 'voluntad' internacional para recortar las emisiones de CO2 responsables del calentamiento global.
Greenpeace espera que en Polonia se ratifique el compromiso de la UE de reducirlas un 30 por ciento para el año 2020. "El planeta no puede soportar el ritmo actual de emisiones", recalcó Juan López de Uralde, director ejecutivo de Greenpeace. A su juicio, "se está mareando la perdiz" y perdiendo un tiempo "precioso" al alentar el debate sobre "una alternativa falsa" como es "la energía nuclear".
El estudio aboga por una "revolución en la forma que producimos, distribuimos y consumimos la energía", explicó José Luis García Ortega, responsable de las campañas de energía de Greenpeace. La clave sería el abandono progresivo de las energías 'sucias' y su sustitución progresiva por renovables, unida a una mejora de la eficiencia energética y a la aplicación de nuevas tecnologías. Con estos mimbres se lograría que las emisiones de gases de efecto invernadero dejaran de crecer en 2015, y para 2050 se redujeran a la mitad respecto de los niveles de 1990, año base del Protocolo de Kioto.
Eficiencia
Sólo con mejorar la eficiencia energética y evitar el despilfarro, en 2020 el ahorro mundial en energía equivaldría al consumo actual de Europa occidental, y en 2050 reduciría el consumo mundial a la mitad. El ahorro económico anual en combustible ascendería a unos 14 billones de euros. Si en 2030 las renovables supusieran el 50% de la energía mundial se podría prescindir de las nucleares. A ese ritmo, a finales del siglo actual, las energías eólica, solar, marina, biomasa, etc. completarían el cien por cien de la demanda. Según Greenpeace, con la tecnología actualmente disponible, "las renovables podrían suministrar casi seis veces la demanda energética mundial". |