El Gobierno busca atraer a 200.000 alumnos a la formación profesional Subvencionará a los trabajadores jóvenes que se matriculen, y la experiencia laboral contará para los títulos
fuente: la voz
El Gobierno quiere que el 45% de los jóvenes que continúan sus estudios más allá de la educación secundaria obligatoria se decanten por la formación profesional de grado medio, como ocurre en los principales países europeos. Para alcanzar este porcentaje, es necesario que 200.000 alumnos más (238.779 están matriculados este curso) elijan este tipo de estudios durante la presente legislatura. Este es el objetivo de la reforma de la FP que presentaron ayer la ministra de Educación, Mercedes Cabrera, y el de Trabajo, Celestino Corbacho, cuyo real decreto verá la luz a principios del 2009. Como ya sucede con los alumnos de grado superior de FP (con una tasa de titulados del 15%, superior a la media de la OCDE), se va a promover la movilidad internacional de los de grado medio, para que puedan completar estudios y trabajar en Europa. Para ello, se implantará una especie de programa Erasmus para la FP y se adaptará el marco nacional de cualificaciones al europeo, para que los alumnos españoles puedan desarrollar su profesión en cualquier país de la Unión. Además, desde el curso 2009-2010 un sistema de becas y ayudas posibilitará que trabajadores de 18 a 24 años sin FP puedan compatibilizar un empleo con la formación necesaria para obtener uno de estos títulos, mediante contratos a tiempo parcial. Una tercera medida consistirá en crear una plataforma virtual que permita cursar a distancia módulos formativos para lograr certificados de profesionalidad o títulos de grado medio y superior de FP. También se abrirá un sistema de orientación profesional a través de Internet. Centros de referencia El Ejecutivo busca además un acuerdo con las comunidades para implantar una red de centros de referencia nacional de FP para cada una de las 26 familias profesionales. Se establecerán en cada autonomía con el fin de promover en su área las medidas y programas necesarios de investigación de sectores convergentes. Corbacho apuntó que se busca «la adaptabilidad de la formación profesional a la realidad del mercado laboral», con el objetivo de que los trabajadores de un determinado sector estén el menor tiempo posible desempleados si adquieren la formación necesaria para trabajar en un sector emergente. Los sectores a los que deben ir orientados los ciclos formativos en estos tiempos son, según el titular de Trabajo, el energético, el diseño y la información y nuevas tecnologías. Por su parte, Cabrera añadió los de educación infantil y el cuidado de personas en situación de dependencia. Otro aspecto significativo de esta reforma afectará a los 12 millones de españoles mayores de 21 años que trabajan sin un título. Para que dispongan de una titulación acorde con su experiencia, a partir de enero se aplicará un sistema de acreditación de conocimientos adquiridos por la experiencia laboral o vías no formales de formación. Esto permitirá la obtención de un certificado de profesionalidad o título de FP si se cursan, además, los módulos necesarios hasta completar los estudios. La ministra no precisó cuál será la duración mínima de la experiencia laboral para ser reconocida, aunque se habla de tres años de los diez últimos.
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