Galicia produce un cuarto de la energía hidráulica española y apenas recaudará 12 millones La entrada en vigor del canon del agua coincide con los planes de expansión de las eléctricas para seguir explotando los ríos
fuente: la voz
Antes de convertirse en la sexta potencia eólica mundial, Galicia era ya un referente hidráulico en el sistema eléctrico peninsular, aportando casi un cuarto de la energía turbinada en los ríos de toda España. En concreto, las grandes centrales del Sil y el Miño produjeron en el último ejercicio más de 5.800 gigavatios hora, situando a Galicia en el segundo puesto del ránking español, solo por debajo de Castilla y León. El daño ambiental causado por esos embalses comenzará a tener una compensación en las arcas gallegas a partir del próximo 1 de enero. Eso sí, de apenas 12 millones de euros, la cifra que tendrán que desembolsar las cuatro firmas que explotan los 45 embalses más caudalosos de la comunidad. La Xunta, que comenzó la redacción del canon hidroeléctrico con mayores pretensiones, decidió al final rebajar el impuesto al darse cuenta de que el coste de la tramitación de las numerosas minicentrales que pueblan los cauces de los pequeños ríos gallegos sería superior a la recaudación tributaria. La polémica ha coincidido con unos planes expansivos de las eléctricas, que pretenden obtener aún más rentabilidad de la cuenca Miño-Sil. 1-Qué pretenden hacer las eléctricas en los ríos gallegos? Oficialmente, planean hasta una docena de nuevos aprovechamientos. En la práctica, la mayor parte de las tramitaciones son pequeños saltos que nunca se harán, y que las empresas renuevan periódicamente para no perder unos derechos históricos sobre cada tramo de los ríos. Lo que quieren hacer las dos grandes eléctricas de la cuenca (Iberdrola y Fenosa) es ampliar su potencia instalada aplicando tecnología nueva a presas ya existentes desde los años 40 y 50. Para ello, se aprovechan de que en algunos casos aún disponen de más de medio siglo de concesión, pese a que las obras están más que amortizadas. 2-¿En qué benefician a Galicia nuevas centrales? Técnicamente, la ampliación de la capacidad hidráulica está justificada por tratarse de la fuente primaria que resulta más fácil de gestionar. Dicho de otro modo, Galicia no puede basar toda su expansión eléctrica en la energía eólica, que dependen de que sople o no el viento. La mejor combinación para que ese crecimiento sea sostenible es aumentar la capacidad de turbinar agua en los grandes ríos. No obstante, los expertos coinciden en que cualquier decisión energética debe de estar supeditada a los criterios medioambientales, puesto que afecta a una de las zonas más valiosas de la comunidad. 3-¿Cuál es la postura de la Xunta? La Administración gallega siempre ha mostrado su oposición a nuevas centrales hidráulicas, entre otras cosas porque se trata de unas instalaciones que trascienden a sus competencias. La Consellería de Industria no las tiene incluidas en su planificación energética, basada sobre todo en renovables del régimen especial, y Medio Ambiente casi siempre ha informado en su contra. Han sido excepción el bombeo reversible de Os Peares (Fenosa) y la ampliación de Santo Estevo (Iberdrola), en ambos casos obras subterráneas que no afectarán ni al paisaje ni al cauce del río. 4-¿Y cuál es la postura de la Administración central? ue Galicia carezca de competencias en sus dos grandes ríos no quiere decir que las eléctricas puedan instalar centrales a su antojo. De hecho, hasta ahora el criterio del Ministerio de Medio Ambiente, dirigido por la ourensana Elena Espinosa, siempre ha coincidido con el de la Xunta. Este mismo año, la Dirección General de Calidad y Evaluación Ambiental ha emitido dos declaraciones de impacto desfavorables, de acuerdo con los informes de la Xunta.
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