Cambiar una bombilla puede reducir la factura de la luz entre 21 y 48 euros La elección de electrodomésticos eficientes permite recortar el gasto energético en los hogares
| Cómo evitar que el recibo de la electricidad se convierta en una pesadilla
Un hogar medio consume en España 4.000 kilovatios de electricidad, según los datos del Instituto para la diversificación y ahorro de la energía (IDAE). La iluminación supone un 18% del total, según el Instituto, por lo que repetir el gesto de encender la lámpara supone que, con cada golpe del interruptor, nuestra lámpara emite CO2, consume energía y la factura sube.
¿Cómo evitar el aumento del recibo de la luz? Subiendo el gasto en bombillas. Una medida tan sencilla como desechar las convencionales y optar por las de bajo consumo puede suponer un ahorro de entre 288 y 127 euros en seis años, para un juego de seis bombillas. O lo que es lo mismo, entre 21 y 48 euros al año solo en iluminar una estancia de la casa. Aunque el desembolso sea superior (las de bajo consumo pueden multiplicar por siete el coste de las convencionales), la vida útil de estas lámparas puede llegar a ser diez veces más larga.
¿Qué ocurre si las cambiamos todas? Si calculamos una media de 16 bombillas (para una vivienda de dos dormitorios, salón, cocina y baño), el ahorro será de 56,43 euros anuales para las de 40 vatios, de 83 euros para las de 60 vatios, de 103 euros para las de 75, y de 128 euros anuales, si las bombillas son de cien vatios. Son las estimaciones que resultan de utilizar la calculadora que facilita la Organización de Consumidores y Usuarios a través de su web (www.ocu.org).
Con esta reducción en el apartado de iluminación de la factura, el trabajo de ahorro continúa con los electrodomésticos. Según los datos que maneja el IDAE, el consumo del frigorífico, el lavavajillas, la lavadora, el horno y la cocina supone un 41% del total de gasto eléctrico de las viviendas españolas. Por ello, recuerda la importancia de optar por electrodomésticos con categoría máxima de eficiencia energética, la llamada clase A.
Mil euros menos en la nevera
Si tenemos en cuenta la vida útil de un frigorífico, por ejemplo, establecida en una media de 15 años, el cálculo del ahorro puede superar los 1.300 euros. Según el IDAE, si se sustituye una nevera muy poco eficiente (la clase G es la de menor categoría) por uno de clase A++ (es la de mayor eficiencia), en la vida útil del aparato el consumidor ahorrará 1.311 euros. Y es que el coste económico del primero, para 15 años de vida, será de 1.725 euros, mientras que el más eficiente solo costará 4.141 euros.
Lo mismo ocurre con el resto de los electrodomésticos: calculando una vida útil de 10 años para una lavadora, si sustituimos una de clase G por una de clase A, en ese período el gasto se reducirá en un total de 447 euros. Es similar al ahorro que supone optar por un lavavajillas de máxima eficiencia: uno de clase A tendrá un coste económico, en diez años, de 356 euros. Si es de clase G, el desembolso será de 689 euros en dicho período. Cambiando de lavavajillas, se ahorrarán, por tanto, 333 euros.
Con estas cifras, tanto el IDAE como la OCU recuerdan que a la hora de adquirir un nuevo electrodoméstico el precio no debe ser el único factor a tener en cuenta, ya que los aparatos más caros -los de clase A, A+ y A++- resultarán mucho menos costosos a largo plazo.
Necesidades reales
Sin embargo, la etiqueta de eficiencia energética no es suficiente. Desde el Instituto, dependiente del Ministerio de Industria, recuerdan que hay que adaptar cada aparato a las necesidades reales del consumidor: una nevera de clase A de 300 litros de capacidad consumirá más electricidad que un aparato de cien litros, aunque sea de clase G.
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Cambiar una bombilla puede reducir la factura de la luz entre 21 y 48 euros
Posted - 12/10/2008 : 19:06:35
