El IRTA también apuesta por las algas como biocombustibles
fuente: energias renovables
El Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), dependiente de la Generalitat de Cataluña, ha comenzado a estudiar la viabilidad de producir biodiésel a partir del cultivo de microalgas marinas para disminuir la presión sobre otras materias primas y por su alta rentabilidad.
El Plan de Energía de Cataluña 2006-2015, que otorga buenas perspectivas de crecimiento para el mercado del biodiésel, ha sido uno de los detonantes que ha puesto al instituto catalán en la senda de la investigación de nuevas materias primas para abastecer dicho mercado. Según el IRTA, “actualmente, el biodiésel se obtiene fundamentalmente a partir de aceites vegetales que cada vez son más difíciles de encontrar en los mercados y a precios razonables, lo que ha puesto en dificultades de rentabilidad tanto las plantas de producción actuales como las previstas de poner en marcha”. Por este motivo, consideran que las microalgas marinas se presentan como una de las mejores alternativas a los cultivos oleaginosos para producir biodiésel.
Más veloces en la producción de lípidos Los análisis previos corroboran que “la superioridad competitiva respecto a los cultivos en suelo de oleaginosas es abrumadora; una microalga es capaz de producir lípidos (las grasas de los que se obtiene el biodiésel) a una velocidad 30 veces superior a la de cualquier leguminosa cultivada actualmente”. Esta capacidad de síntesis tan elevada es uno de los aspectos que han captado la atención de los científicos, investigadores, administraciones y empresas.
La investigadora Rosa Trobajo, del IRTA, es la responsable del proyecto que se desarrolla en Sant Carles de la Ràpita (Tarragona) y que se ha iniciado con el aislamiento de las cepas más interesantes. Una vez aisladas, se han estudiado las condiciones más favorables para su máximo desarrollo, primero a escala de laboratorio y después en grandes volúmenes. Hecha esta fase inicial, se ha entrado en el proceso de recogida, secado y extracción de los lípidos que contienen (triglicéridos) para ser utilizados para la producción del biodiésel.
También recuerdan desde el IRTA que las microalgas tienen más ventajas ambientales, en este caso relacionadas con las emisiones CO2, ya que “son secuestradoras naturales y por partida doble de este gas, porque no sólo lo necesitan para crecer, si no que se ha visto que este crecimiento se puede estimular añadiéndoles más CO2”.
Más información: www.irta.es
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