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felix |
Posted - 25/05/2009 : 16:34:25 energía La liberalización de la electricidad, un enigma para los consumidores domésticos A falta de un mes para su aplicación, falta información sobre la Tarifa de Último Recurso y acerca de las opciones del mercado.
Fuente: La voz
Falta poco más de un mes para la liberalización total del mercado eléctrico y las compañías han empezado a comunicar a los millones de usuarios domésticos las opciones que se les plantean con el cambio que arrancará el 1 de julio. Pero las incógnitas abundan, frente a las escasas certezas. Para empezar, los clientes están recibiendo un listado de comercializadoras, pero ninguna oferta concreta que les permita inclinarse por un proveedor. También tienen noticias de que podrán mantenerse en el régimen de tarifa fijada por el Gobierno y conocen que algunos colectivos -los considerados más desfavorecidos- se librarán de las subidas que se determinen en los próximos tres años.
Pero las asociaciones de consumidores ya han dado la voz de alarma: si las eléctricas se han mostrado incapaces de gestionar el cambio a la tarificación mensual, y están devolviendo ahora lo facturado en exceso a cuenta de las estimaciones llevadas a cabo, ¿cabe esperar algún beneficio del nuevo régimen de competencia? ¿Por qué se espera hasta el mes de junio para difundir las potenciales ventajas de contratar en el mercado libre? Y, sobre todo, ¿quién se va a librar de las subidas de tarifas que, con la finalidad de acercar los ingresos a los costes, se van a aplicar en los próximos años?
TUR para casi todos El 1 de julio, con la plena liberalización eléctrica, todos los consumidores, salvo los que tienen contratada una potencia inferior a 10 kw -la gran mayoría de los domésticos y algunas pequeñas y medianas empresas o comercios- habrán de comprar la electricidad en el mercado mayorista.
Para los domésticos se fijará una tarifa, impropiamente denominada 'de último recurso' (TUR) que determinarán las autoridades. La gran diferencia con la situación actual es que esa TUR reflejará la evolución de los precios energéticos. Pudiera ocurrir que la primera TUR no sea necesariamente más cara que la tarifa vigente. Los precios mayoristas han sufrido considerables descensos en el mercado durante el primer trimestre del año. El coste de la energía adquirida para consumo a tarifa experimentó, entre enero y marzo, un descenso del 34%.
Pero la trayectoria a la baja se ha frenado en las últimas semanas. Y el Ministerio de Industria no ha dado pistas sobre la determinación de ese precio. Por eso resulta ineficaz -y difícilmente comprensible- la comunicación que las empresas eléctricas están remitiendo estos días a sus clientes domésticos.
Por imposición de la Comisión Nacional de la Energía, acompañan a sus facturas con una relación de las comercializadoras que les podrán realizar ofertas en cuanto se liberalice el mercado. Sin conocer la TUR, ninguna comercializadora ha preparado fórmulas para conquistar clientes. La relación se queda, de momento, en papel mojado.
Los desfavorecidos A la ignorancia en la que se encuentran sumidos los consumidores domésticos se suma la incertidumbre sobre los colectivos protegidos por un 'bono social', a quienes el Gobierno ha prometido que les congelará el recibo hasta el 2012. De partida, los beneficiarios serán las primeras viviendas con contratos inferiores a los 3 kw, las familias numerosas, las que tienen todos sus miembros en paro y los perceptores de pensiones mínimas que tengan más de 60 años. Las eléctricas sólo tienen noticia del primer colectivo -en sus bases de datos figuran los correspondientes contratos-, pero no disponen de sistema alguno para averiguar si se trata de una segunda residencia en la playa o la montaña que los propietarios utilizan durante los fines de semana, por ejemplo.
Otros grupos favorecidos tendrán que acreditar su condición y demandar a las compañías ese trato favorable. Una ventaja que podría durar poco tiempo. La norma aprobada y publicada en el Boletín Oficial del Estado corrige a la baja las expectativas de las familias numerosas, por ejemplo. El beneficio que inicialmente se les reconoce durará lo que tarde la elaboración del reglamento de la aplicación de la nueva TUR.
En el futuro, el bono social sólo se aplicará a los hogares cuyos ingresos se encuentren por debajo de un determinado indicador de renta familiar por habitante. Industria ha pretendido corregir, de este modo, la congelación de la tarifa eléctrica para hogares de ingresos elevados. Aunque siempre quedará un efecto imposible de atenuar: el gasto en electricidad siempre es proporcionalmente más elevado para el usuario individual de una vivienda, que inevitablemente ha de pagar por todos los conceptos fijos.
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