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felix |
Posted - 24/08/2008 : 22:33:26 El PP acusa al BNG de pedir a firmas eólicas afines correcciones a medida Los populares prometen anular la convocatoria si Industria la resuelve con el Gobierno en funciones
El previsible adelanto electoral complica la aprobación del mayor concurso público convocado por la Xunta
Fuente:la Voz
Polémico desde sus orígenes, el decreto de la Consellería de Industria que regulará a partir de ahora el rentable sector eólico gallego podría encontrarse con serios problemas en su recta final. El concurso de los 2.325 megavatios de potencia eólica, el mayor del sector abierto en Europa y, por ahora, el más grande convocado por la Xunta, corre el peligro de venirse abajo. El previsible adelanto electoral podría impedir su adjudicación en esta legislatura, por cuestiones no tanto legales sino más bien política. El PP ha sido el primero en alzar la voz. El portavoz popular en la comisión de Industria, Ángel Bernardo Tahoces, aseguró a La Voz que, si su partido gana las próximas autonómicas, «anulará todo el proceso eólico». Su partido va aún más allá: «Si adjudican los nuevos parques antes de la convocatoria a urnas, llevaremos el contrato a los tribunales», subrayó Tahoces, quien considera que las condiciones del concurso «rayan la legalidad» y podrían incluso ser motivo de recursos por parte de empresas concursantes descartadas. Para los populares, Industria podría estar cometiendo irregularidades en su empeño por acelerar al máximo el estudio y tramitación de las solicitudes. Según explicó Tahoces, todo indica que se están pidiendo «correcciones a medida a empresas concretas», y añadió que «cualquiera puede constatar que está saliendo fuera de la Xunta documentación del concurso casi a diario». El portavoz del PP calificó la situación de «vergonzosa». El conselleiro responsable del asunto, Fernando Blanco, se limita a subrayar la «transparencia» del procedimiento y admite que su intención es resolver las adjudicaciones en los primeros quince días de octubre. Aunque en el BNG reconocen que alguna documentación de las plicas ha salido de la Xunta, aseguran que no son documentos originales, sino fotocopias, y que estas se han trasladado a la empresa contratada para agilizar la depuración de las ofertas, Ela Ingeniería y Medio Ambiente, que se ocupa de resolver dudas legales y técnicas sobre las propuestas. Pero el calado del problema tiene una dimensión mayor. Los socios del actual Gobierno, PSOE y BNG, no ven igual este contrato multimillonario. El Bloque considera que, junto con la ley de dependencia, el concurso eólico es su mayor estandarte político de la legislatura. El PSOE lo sabe. Por eso ahora califican como «muy cuestionable» su adjudicación en caso de que Touriño convoque elecciones en noviembre, fecha que situaría la resolución del concurso con un Gobierno en funciones. El candidato nacionalista, Anxo Quintana, ya ha demostrado que no renunciará por las buenas a esta baza. Lo hizo en su primera aparición pública tras las vacaciones. El negocio del viento fue la estrella de las medidas anticrisis del vicepresidente. Los números hablan por sí solos: del concurso eólico dependen casi 2.800 millones de euros para los nuevos parques, y cerca de 2.500 más para cumplir los compromisos empresariales asociados a él y asumidos por los aspirantes a los megavatios en juego, un total de 138 grupos empresariales donde parece no faltar nadie (hay multinacionales de más de 15 países, están todas las firmas nacionales punteras y, directa o indirectamente, también muchos de los grandes empresarios gallegos). El conselleiro de Industria, Fernando Blanco, volcó sobre el concurso la responsabilidad de acabar con problemas históricos como el traslado de Ence, la consolidación de un grupo lácteo, mejoras en el sector energético y la creación de no menos de 3.000 empleos. Además, anunció que buena parte de la eólica debe quedar en manos de capital autóctono. Este fuerte componente político es, precisamente, una de las cuestiones que más preocupan en el PSOE a la hora de ver con buenos ojos una adjudicación a solo unos días de la cita con las urnas.
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